44 cartas de Zygmunt Bauman

La publicación italiana La Repubblica delle Donne encargó al sociólogo y pensador Zygmunt Bauman la redacción, entre 2008 y 2009, de un texto cada dos semanas. El resultado de dicha colaboración es el libro 44 cartas desde el mundo líquido (Paidós, 2011), cuyas primeras páginas son publicadas por El Cultural. Les comparto un fragmento:

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SOBRE LA CORRESPONDENCIA DESDE UN MUNDO MODERNO LÍQUIDO

Cartas desde el mundo moderno líquido… Esto es lo que me pidieron que escribiera y enviara a sus lectores cada dos semanas los redactores de La Repubblica delle Donne, y lo que he hecho durante casi dos años (2008 y 2009; están recopiladas aquí en una versión corregida y, en cierto modo, ampliada). Desde el mundo «moderno líquido»: es decir, desde el mundo que compartimos usted y yo, el autor de las cartas que siguen y sus posibles/probables/esperados lectores. El mundo que denomino «líquido» porque, como todos los líquidos, no se mantiene inmóvil ni conserva mucho tiempo su forma. En este mundo nuestro, todo o casi todo cambia constantemente: las modas que seguimos y los objetos de nuestra atención (una atención constantemente cambiante, hoy alejada de las cosas y los acontecimientos que la atraían ayer, y mañana alejada de las cosas y los acontecimientos que hoy nos estimulan), lo que soñamos y lo que tememos, lo que deseamos y lo que aborrecemos, los motivos que infunden esperanzas o los que suscitan preocupación. Y las condiciones que nos rodean, las condiciones en que nos ganamos la vida e intentamos planificar el futuro, en las que conectamos con algunas personas y nos desconectamos (o nos desconectan) de otras, son también cambiantes. Las oportunidades de alcanzar una mayor felicidad y las amenazas de sufrimiento fluyen o flotan a la deriva, van y vienen, cambian de lugar, generalmente de una forma tan ágil y veloz que nos impide hacer algo sensato y eficaz para dirigirlas o redirigirlas, mantenerlas con el mismo rumbo o evitarlas.

En síntesis: este mundo, nuestro mundo moderno líquido, no cesa de sorprendernos. Lo que hoy parece seguro y adecuado mañana puede resultar trivial, descabellado o un error lamentable. Ante la sospecha de que esto puede ocurrir, sentimos que -al igual que el mundo que habitamos nosotros, sus residentes, y, de vez en cuando, sus diseñadores, actores, usuarios y víctimas, debemos estar constantemente preparados para el cambio; debemos ser, como sugiere la palabra que está tan de moda en la actualidad, «flexibles». Por ello ansiamos obtener más información sobre lo que ocurre y sobre lo que es probable que suceda. Afortunadamente, ahora disponemos de algo que nuestros padres no podían siquiera imaginar: tenemos Internet y la red global, «autopistas de información» que nos conectan al instante, «en tiempo real», con todos los rincones y resquicios del planeta, y todo ello dentro de los prácticos teléfonos móviles de bolsillo o los iPods, que están a nuestro alcance día y noche y en cualquier lugar al que nos desplacemos. ¿Afortunadamente? ¡Ay!, acaso no sea una situación tan afortunada, puesto que la pesadilla de la insuficiencia de información que hizo sufrir a nuestros padres ha sido sustituida por la pesadilla, aún más sobrecogedora, de una riada de información que amenaza con ahogarnos y prácticamente nos impide nadar o bucear (entendidas, estas acciones, como algo diferenciado de la deriva o el surf). ¿Cómo discernir los mensajes relevantes del ruido carente de sentido? ¿Cómo inferir los mensajes relevantes a partir del ruido baladí? En la algarabía de las sugerencias y opiniones contradictorias, carecemos de una trilladora que nos ayude a separar el grano verdadero e interesante de la paja de mentiras, apariencias, basura y escoria

About Irad Nieto

About me? Irad Nieto es ensayista. Durante varios años mantuvo la columna de ensayo “Colegos” en la revista TextoS, de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Publicó el libro de ensayos El oficio de conversar (2006). Ha colaborado en diversas revistas como Letras Libres, Tierra Adentro, Nexos, Crítica y Luvina, entre otras. Fue columnista del semanario Río Doce, así como de los diarios Noroeste y El Debate, todos de Sinaloa. Su trabajo ha sido incluido en la antología de ensayistas El hacha puesta en la raíz, publicada por el Fondo Editorial Tierra Adentro en 2006 y en la antología de crónicas La letra en la mirada, publicada en la Colección Palabras del Humaya en 2009. Actualmente escribe la columna quincenal “Paréntesis” en El Sol de Sinaloa.
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1 Response to 44 cartas de Zygmunt Bauman

  1. Alberto Iván says:

    Señor Nieto, usted afirma que “Afortunadamente, ahora disponemos de algo que nuestros padres no podían siquiera imaginar: tenemos Internet”.

    Esto dice Bauman en una de sus cartas:
    “Asumámoslo: la repercusión de la tecnología en la comunicación humana es como los logros de la economía dirigida por los bancos, donde las ganancias tienden a privatizarse, mientras que las pérdidas se nacionalizan. En ambos casos, el «daño colateral» tiende a ser desproporcionadamente más extenso, profundo e insidioso que los raros beneficios esporádicos”.

    El ruido baladí es fruto de el estado liquido, ese estado de transición que, tras el rupturismo que supuso la ilustración en la construcción humana, no ha generado un nuevo estado sólido mas racional y más perfecto como pretendían los iluminados, perdón, ilustrados. Una nueva construcción humana estable y reconocible donde poder desarrollar proyectos de vida; hemos pasado del caos natural al caos racional, mucho más caótico y, sobre todo, mucho mas ideologizable.

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