Insomnio 2
Así como me gusta
besar las manos
y ofrendar nombres,
también me gusta
abrir las puertas
-¡de par en par!- a la oscura noche.
Apoyando la cabeza,
oír los recios pasos
hacerse más ligeros,
y cómo el viento mece
el bosque somnoliento
y desvelado.
¡Oh noche!
Van creciendo los arroyos
que en el sueño desembocan.
Ya se me cierran los ojos.
en medio de la noche
alguien se ahoga.
27 de mayo de 1916
Versión de Severo Sarduy
Insomnio 10
Otra vez una ventana
donde otra vez no se duerme.
A lo mejor beben vino,
a lo mejor no hacen nada.
O tal vez, manos unidas,
no separan esas manos.
En cada casa, mi amigo,
hay así una ventana.
Separaciones y encuentros:
gritas, nocturna ventana,
quizás hay cientos de velas,
o quizás sólo tres velas.
Sin reposo
mi cabeza.
En mi casa
ha entrado eso.
¡Hay que rezar por la casa sin sueño!
¡Y rezar por el fuego en la ventana!
26 de diciembre de 1916
Versión de Severo Sarduy
Insomnio 11
¡Insomnio, amigo mío!
Otra vez tu mano.
Mientras alzo mi copa
te encuentro en la callada,
en la sonora noche.
¡Déjame que te embruje!
¡Prueba!
No trates de ascender
sino de ir hacia adentro…
Ya te llevo…
Susurra con los labios:
¡Paloma! ¡Amigo!
Prueba.
Déjame que te embruje.
Bebe
de todas las pasiones,
huye
de toda noticia.
Calma.
Concede,
amiga…
Abre los labios.
Abre los labios al placer
y, al borde de la tallada copa,
bebe.
Absorbe.
Traga
hasta el no-ser.
¡Amigo! ¡No te enfades!
¡Déjame que te embruje!
¡Bebe!
De todas las pasiones
la más apasionada,
y de todas las muertes
la más dulce… mis manos.
¡Déjame que te embruje! ¡Bebe!
Desaparece el mundo. Ningún lugar:
orillas inundadas… Bebe mi golondrina
perlas fundidas.
Y tú bebes el mar,
bebes el alba.
¿Con qué amante es la juerga?
¿Con el mío?
Bebe, pequeño,
que ya compararemos.
Y si preguntan, ¡responderé!
El porqué de las mejillas lívidas.
Con Insomnio me fui de juerga, sí.
Con Insomnio me fui de juerga.
Mayo de 1921
Versión de Severo Sarduy
Poemas precisos sobre el estado abrupto del sueño. Cuando Morfeo no llega y se le espera, uno desespera. Pero si en la espera uno divaga, pueden surgir letras como ésta. Belleza.
Besos
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Sí, Ginebra, cuando no llega el sueño hasta el amanecer uno puede sentir el infierno mismo, como reflexionaba Cioran; también puede ser una oportunidad para perderse entre vagos o nítidos recuerdos, es un momento para revivir y/o futurear. Hay quienes no podemos cerrar los ojos, descansar y apagar la máquina, siempre estamos en “encendido”. La noche nos envuelve con su misterio, su palabra oscura y su callada melancolía. Hoy como ayer, el insomnio, ese raro y permanente desequilibrio, materia de poetas.
Besos!
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Muchas gracias por estos aportes tan lindos. Siempre un placer pasar por tu blog.
Me hizo recordar época en la cual intentaba imitarla, como buena novata en la poesía. Las cosas que uno intenta hacer de chico, como si fuera posible imitar a un genio…
Saludos! Buena semana
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Gracias, Simianne. Por alguna razón uno siempre regresa a la poesía de Tsvetaieva, como a la de Ajmatova. Vaya desafío que te propusiste al querer imitar su arte.
Recibe un abrazo y el deseo de una muy buena semana. Saludos!
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