De carnívora a vegetariana

La jurista franco argentina Marcela Iacub publicó recientemente un libro polémico: Confessions d’une mangeuse de viande (Confesiones de una devoradora de carne). A partir de una lectura del texto “Comer carne”, de Plutarco, la vida de esta ex carnívora dio un vuelco radical: “Plutarco me arrancó de mi ceguera. Me mostró que la noción de carne es una impostura, que ‘carne’ es el nombre que le damos a nuestra voluntad de no ver que matamos animales para comerlos sin que tengamos ninguna necesidad de hacerlo, y señala nuestra responsabilidad en este acto”. Comer carne implica olvidar que tuvimos que matar “a un ser que quería vivir”. Con argumentos, Marcela sostiene que debemos darle “derechos humanos” a los animales domésticos, en tanto que con ellos establecemos relaciones significantes recíprocas. Comer es un acto político, y el vegetariano precupado por el maltrato y muerte de los animales es un activista que busca “transformar la sociedad gracias a la integración del animal en su seno”.

Les recomiendo la entrevista con Marcela Iacub, publicada por Revista Ñ:

-Usted explica en su libro que un “evento trágico” la modificó por completo. Sabemos luego que fue la lectura de “Comer carne”, de Plutarco. ¿Qué es para usted un “evento trágico” y cuál, la particularidad de esa obra de Plutarco?
-La noción de “evento trágico” que utilizo es muy clásica. El evento trágico es el que nos muestra que hemos cometido un acto terrible, un acto que no estábamos en medida de asumir sin saber que lo habíamos cometido, como Edipo. Es la información que nos permite saber lo que hicimos y sentirnos responsables, sujetos de tales actos. Plutarco me arrancó de mi ceguera. Me mostró que la noción de carne es una impostura, que “carne” es el nombre que le damos a nuestra voluntad de no ver que matamos animales para comerlos sin que tengamos ninguna necesidad de hacerlo, y señala nuestra responsabilidad en este acto. Porque para poder comer “carne” necesitamos disociar el proceso que permite hacerlo. Tenemos que olvidar que tuvimos que matar a un ser que quería vivir. Plutarco utiliza una metáfora que viene de Homero y dice que la vaca muge “todavía” cuando vemos el asado en nuestra mesa.

-¿Coincidiría con Paola Cavalieri en extender los Derechos Humanos a los chimpancés?
-Mi punto de vista es diferente. El proyecto de dar derechos humanos al chimpancé porque es más inteligente que los otros animales, no me parece la manera más interesante de abordar el problema. Yo creo que hay que darles derechos humanos a los animales que viven con nosotros porque podemos establecer con ellos relaciones significantes recíprocas. Lo que me parece formidable en el hecho de vivir con los animales es que tienen otros dones, otros medios de comprender y de conocer el mundo. Los filósofos utilitaristas, de la misma manera que la legislación que protege a los animales, tienen en cuenta el interés del animal a no sufrir pero no a seguir viviendo. Es como si un animal estuviera muy contento de que lo maten sin dolor. Lo paradójico es que para un ser sensible lo más importante, lo más precioso, es el hecho de poder seguir vivo y no el morir sin dolor. Por otra parte, yo propongo que se le den derechos humanos a los animales domésticos o que, sin serlo, viven con nosotros en cautiverio, como dice la legislación francesa. Con estos animales compartimos una cultura, ellos pertenecen a la humanidad pero se los trata como esclavos, como puros instrumentos.

-¿Cuál sería el derecho de aquellos que – como los animales – no pueden comprometerse con ningún deber?
-Para ser sujeto de derecho no es necesario poder directamente ser sujeto de deber. Hay personas jurídicas, como las sociedades que no pueden actuar directamente si no están representadas por seres humanos. Hay incapaces, como los enfermos mentales que no pueden ser directamente sujetos de un deber y estan representados por otras personas. Los animales, como sujetos de derecho, necesitarán mediadores para las cuestiones jurídicas, representantes, pero eso no es un problema en sí.

-Su madre y su abuela le transmitieron una filosofía humanista a la que acusa de negar las diferencias entre los hombres para que una clase biempensante saque provecho de los privilegios de su inteligencia, estatus social y económico haciéndolos pasar por “méritos” cuando serían sólo dones tan arbitrarios como la belleza y la salud ¿En qué perjudicaría este “proyecto político humanista” a los animales?
-Este humanismo no es más que un conjunto de discursos y metáforas. Allí donde muestra su verdadera doctrina, allí donde procede al trazado de fronteras, es en la aprehensión diferenciada del valor de la vida humana y de la vida animal. Es en las reglas de la matanza de los animales que se percibe claramente esta oposición. El humanismo es una forma de racismo. El razonamiento humanista hace que si debemos elegir entre salvar a la perra Lassie o a Hitler salvemos a Hitler porque es un ser humano.

-¿Esta última frase es una provocación o lo piensa realmente? ¿Puede dar un ejemplo real de esta hipótesis?
-Un ser humano que mata a diez a mil personas tiene derecho a un abogado, a unos jueces, a cuidados médicos. Los perros, que son los más privilegiados de los animales, que no comemos, si muerden a alguien se los mata sin tratar de saber lo que sucedió

About Irad Nieto

About me? Irad Nieto es ensayista. Durante varios años mantuvo la columna de ensayo “Colegos” en la revista TextoS, de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Publicó el libro de ensayos El oficio de conversar (2006). Ha colaborado en diversas revistas como Letras Libres, Tierra Adentro, Nexos, Crítica y Luvina, entre otras. Fue columnista del semanario Río Doce, así como de los diarios Noroeste y El Debate, todos de Sinaloa. Su trabajo ha sido incluido en la antología de ensayistas El hacha puesta en la raíz, publicada por el Fondo Editorial Tierra Adentro en 2006 y en la antología de crónicas La letra en la mirada, publicada en la Colección Palabras del Humaya en 2009. Actualmente escribe la columna quincenal “Paréntesis” en El Sol de Sinaloa.
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4 Responses to De carnívora a vegetariana

  1. Sin Ma says:

    Híjole! nunca me había planteado el humanismo en ese sentido, como una forma de racismo. Aunque tengo claro el aprecio que se le tiene a una mascota, y de la forma en como los incorporamos a nuestra familia. Es muy interesante su propuesta de hacerlos sujetos de derechos para evitar abusos sobre ellos.
    Sin embargo, creo que aún falta mucho por hacer por los derechos de los humanos, los desprotegidos…
    Saludos, Irad!
    Un abrazo!!
    Sin Ma

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  2. Irad says:

    Sin Ma:

    A mí también me pareció muy interesante la entrevista y la argumentación jurídica, filosófica y política de Marcela. Por eso recomendé la entrevista y creo que vale la pena volver a pensar el tema y discutirlo. Te confieso además que sentí las ganas, una vez más, de regresar al vegetarianismo que practiqué durante 5 años, gracias a las lecturas sobre la crueldad contra los animales.

    Te mando un abrazo y muchos saludos!!

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  3. En el ejemplo de o Hitler o Lassie, debemos recordar que en el relato del diluvio según la Biblia Dios prefirió salvar una pareja de cada especie animal en vez de humanos pecadores.

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  4. Irad says:

    Miguel:

    El humanismo que nos obligaría a preferir a Hitler antes que a Lassie es lo que cuestiona, entre otras cosas, Marcela Iacub.

    Saludos!

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